Mi recuerdo con cada una de las victimas de ETA
Hoy gracias a tantos, por fin se respira ese aire de tranquilidad de saber que cuando paseamos por las calles no estamos en la mira de los asesinos de ETA, pero de eso a obligarnos a olvidar el daño, aunque hoy ya psicológico y sentimental, de todas las familias que quedaron marcadas para toda su vida por la gran pérdida de sus padres, hijos, hermanos, maridos, etc., esa es la historia fantasma, no deseable de unos asesinos que sesgaron vidas sin miramiento humano alguno, solo con la cobardía que hay detrás de quien aprieta el gatillo y que sólo es obra de los asesinos al que noblemente dispone de su libertad.
Me pregunto: ¿Pueden vivir en paz a diario, sin estremecerse, cuando pasan por los lugares donde murieron personas, todos esos que sabían quienes eran los asesinos y fueron sus cómplices permanente?
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