Carlos

ADMIRACIÓN ANTE EL VALOR

He pasado unos días en el País Vasco y he tenido la impresión de que debajo de la amabilidad de la gente, subyace un intento de aparentar una normalidad que creo no existe, lo cual me lleva a pensar que vivir en muchas localidades del País Vasco (también de Cataluña) sigue requiriendo mucha valentía y soportar (por el mero hecho de discrepar ideológicamente) una presión que yo, francamente, no hubiera soportado.
Por eso, mi admiración, solidaridad y afecto para todos los que de una u otra manera padecieron y continúan padeciendo, de forma soterrada o directa, la violencia nacionalista.
Un muy fuerte y emocionado abrazo para todos ellos.

Posted on 10 febrero, 2017 in Carta

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